Por qué dejo de ser miembro del ROE:
En este mes de diciembre voy a poner punto final a mi pertenencia al Registro de Osteópatas de España ROE. He pertenecido a este colectivo durante casi 20 años; en ellos mi práctica clínica ha cambiado considerablemente. Ser Osteópata y enfrentarte cada día con el sufrimiento de tus semejantes, hacen que esta profesión se convierta inevitablemente en un proceso evolutivo vital; es probable que esta evolución me haya alejado de la información que, hoy en día, me llega del Registro.
Mi decisión se basa en dos razones: por una parte, veo el reconocimiento oficial de la Osteopatía como profesión independiente en nuestro país, como una quimera inalcanzable, y no creo que los esfuerzos realizados en este sentido hayan dado fruto alguno. Por otra parte, el discurso que transmite la asociación tiene poco que ver con mi forma de entender la Osteopatía. Se pone énfasis y esfuerzos en conseguir colocarnos en un marco científico e investigador, en organizar congresos en los que aparentemos ser como otros profesionales sanitarios; todo ello lejos de un enfoque global y holístico que para mí es la esencia de esta sagrada profesión.
En unas pocas palabras, no me siento representado por el colectivo tal y como entiendo la Osteopatía.
