TRABAJAR CON LA SALUD

Cuando colocamos nuestras manos sobre alguien, nos vemos inmediatamente atraídos por las inercias del sistema. Aquellas zonas con movilidad restringida reclaman nuestra atención, no en vano llevamos toda la vida buscando aquello que no se mueve bien. Trabajar con la Salud supone “no mirar allí”, sino sincronizarnos con la dirección de facilidad con la quietud interior donde reside el potencial de cambio fisiológico.