La Osteopatía es un concepto; un modo de entender al ser humano y de investigar el desequilibrio que causa su sufrimiento.

Este concepto, se desarrolla mediante distintas técnicas, que teniendo la  misma base, se adaptan a las características de cada paciente y cada terapeuta.

El osteópata intentará con sus manos relanzar la fuerza de autorregulación del cuerpo que se encuentra limitada cuando padecemos un problema. Lo hará comprobando y tratando las zonas del organismo en las que la movilidad no es adecuada, estén cerca o lejos anatómicamente del problema referido por el paciente, ya que todo el cuerpo está relacionado.

Una buena definición es la oficial del registro de Osteópatas de Quebec: “La osteopatía se apoya sobre el conocimiento de la anatomía, de la fisiología y del Mecanismo Respiratorio Primario, y además sobre el arte de palpar. Su especificidad reside en la originalidad de analizar y comprender los diferentes sistemas: (músculo-esquelético, visceral, fascial, membranoso, craneal, fluídico, neuro-endocrino y emocional) y la interrelación entre ellos. La osteopatía reposa sobre una tradición viva que evoluciona a través de la experiencia personal y la investigación”.

Y otra que he personalmente he usado desde hace bastante tiempo: “La Osteopatía, es el método terapéutico que tiene por objeto, reequilibrar el estado de salud dentro de la globalidad, con un tratamiento manual que intenta actuar sobre las partes del cuerpo que sufren un enlentecimiento, y cambiar la calidad de los movimientos causante de la disfunción”.